Según la RAE

Acción y efecto de liofilizar.

Nutricionalmente

La lactasa es una enzima (algo así como un catalizador de una reacción metabólica o química) de nuestro aparato digestivo cuya labor es la de “romper” la molécula de lactosa en los dos azúcares que la conforman (glucosa y galactosa) para que estos puedan ser absorbidos correctamente.

Cuando no se dispone de lactasa, o esta es insuficiente, la lactosa no se puede absorber en el intestino delgado y llega al colon “intacta”. Allí tiene dos efectos poco deseados: arrastrar agua consigo (lo que produce descomposición), y ser fermentada por ciertas bacterias residentes (produciendo hinchazón y gases). Esta situación es la que conocemos como “intolerancia a la lactosa”, pero como vemos, no está causada por una característica intrínseca del conocido azúcar de la leche, sino más bien por una deficiencia enzimática que algunos podemos tener.

En la mayoría de las personas, la actividad de la lactasa intestinal es alta al nacer (ayuda a que los bebés puedan absorber bien el azúcar de la leche materna), pero llegada la edad adulta, su correcta actividad puede persistir o no, algo que depende fundamentalmente de factores genéticos.

Hoy en día tenemos la suerte de – aun cuando desarrollamos una intolerancia a la lactosa – poder seguir consumiendo lácteos gracias a que tenemos disponibles en el mercado opciones que ya contienen “digerida” la lactosa por nosotros.

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